Entre Reflectores y Coronas

Alta, delegada y guapa, tres características que la gente ubica en una modelo… pero ¿También en una reina de belleza?¿Cuál es la diferencia?.

Lo primero que tenemos que tener en mente es que una modelo no necesariamente debe cumplir con las características antes mencionadas, ya que en el mundo de la moda y la publicidad son diferentes las necesidades que se deben cubrir según el propósito,es decir, podemos tener modelos de diferentes tallas, tamaños y razas.

Enfoquémonos en las modelos de pasarela, niñas que deben estar entre los 15 y 25 años de edad, dotadas de clase, elegancia, estilo y una belleza inusual que las haga resaltar del montón.Lo que realmente forma a una modelo es su versatilidad, debe transformarse en un camaleón capaz de conseguir diferentes ángulos, poses y miradas para contarnos una historia dentro de una fotografía.

Por otro lado las reinas de belleza deben ser mujeres llenas de carisma con una sonrisa impecable de oreja a oreja dotadas de grandes curvas, siendo esta faceta solo el inicio de una carrera ya que no se puede ser Miss por el resto de la vida.

Gran cabello, pestañas postizas y brillos son parte del cascarón de una Miss que busca representar las cualidades geográficas que representa.

Mientras una modelo puede estar en sweatpants y converse, una reina de belleza debe estar en vestido y tacones sin cabello fuera de la corona y la banda otorgada.

Las modelos pueden ser vistas a altas horas de la noche, de fiesta en fiesta, de hombre en hombre como nuestra querida Kate, sin temor al qué dirán o a represalias en su profesión, mientras que una Reina de Belleza solo debe ser vista en labores de caridad, eventos que promuevan los ideales de la misma y siempre con un carisma a prueba de balas, permitiéndosele una mala foto o un mal ángulo mientras pone la primer piedra de aquella escuela rural.

Como lo mencionábamos al principio la belleza de ambas es indiscutible,la diferencia se basa en que una modelo debe verse y sentirse ante las cámaras y reflectores lo más natural posible, mientras que la reina de belleza puede ser ayudada por diferentes elementos como el bisturí, grandes peinados, maquillaje exagerado y decorada de pies a cabeza en grandes joyas.

Culturalmente hablando las diferencias pueden ser de menor o mayor grado ya que principalmente los países de Latinoamérica le dan mayor importancia a los concursos de belleza convirtiendo a la ganadoras en toda una celebridad, dándole una gran valor al título que representa, mientras que en países Europeos no se tiene en tan alto nivel a las niñas que participan en este tipo de concursos.

En conclusión son pocos los elementos que ligan a la una de la otra, haciéndose más evidente hacia los ojos expertos dentro del medio. No es imposible hacer una transición de miss a modelo o de modelo a miss, siempre y cuando se cuente con la preparación adecuada que ambas actividades requiere y dejar atrás la idea que con tal solo ser bella y medir 1.90 se pueda obtener una carrera en el mundo de la moda.

-Enrique Liebano