Frida Kahlo Vida e Historia
- Emilio Miranda Gabriel Palencia
- 20 jul 2015
- 5 Min. de lectura

Frida Kahlo (1907-1954)
Frida Khalo nació el 6 de Julio de 1907 en Coyoacán, al sur de la Cuidad de México. Tuvo tres hermanas y fue hija de un judío-alemán llamado Guillermo Kahlo.
Frida poseía una gran sensibilidad, y con esta, los acontecimientos que marcaron su vida la hicieron cada vez más fuerte.
En 1913 sufre un ataque de poliomielitis que altera el funcionamiento de su pierna derecha de manera irreversible; su vida toma un giro inesperado y diferente. Su cuerpo demostraba fragilidad, pero ella siempre se mostró fuerte a pesar de su discapacidad.
A los 16 años conoce al artista Diego Rivera en la Escuela Nacional Preparatoria de la cuidad de México, quien pintaba el mural de su propia autoría, "La creación”.
Fue tiempo después, en 1929, que Frida se convirtió en la tercera esposa del pintor. Una relación que se caracterizó por ser poco convencional ya que Diego tenía 20 años más que ella (21 y 46), una relación problemática y apasionada. A pesar de que Kahlo sufrió duras pruebas como infidelidades, y constantes rupturas, el amor de Frida por Diego era tenaz.
Ocurrió un terrible suceso que cambiaría la vida de Frida Kahlo para siempre. A sus 18 años fue herida en un accidente de tranvía, el cual dejó su cuerpo fracturado y debilitado la mayor parte de su adultez. Perdió también así la oportunidad de tener hijos, al haber quedado con daños serios en la cadera y útero.
Es durante su recuperación, que Frida se inicia en la pintura y aunque la lucha contra sus males fuera constante, la esperanza por recuperarse y volver a caminar nunca se perdió.
Tres años más tarde le presentó a Diego Rivera algunos de sus trabajos. Él la impulsa a seguir pintando y es así como Diego se convierte en una inspiración primordial para ella.
Frida intentaba representar en sus obras, con la mayor franqueza posible, las reacciones más profundas que tenía la vida en ella; intentaba retratar sus sensaciones y estados de ánimo y lo que había sentido dentro y fuera a lo largo de su vida.

La realidad y la fantasía de Frida se entrelazan en muchas de sus obras y plasman de la manera más objetiva su discurso de amor, dolor, pérdida, sufrimiento y esperanza. Incorporando elementos del folclor mexicano, naturaleza viva y muerta, elementos profundamente surrealistas y representaciones literales, Kahlo logra crear mundos que existen solo en nuestros sueños.
Aspectos dolorosos de su vida se pueden ver representados en cuadros como “Columna Rota” o “Unos cuantos piquetitos”, donde muestra de manera casi literal su tristeza y suf imiento al entrar y salir constantemente de cuartos de hospital. Por otro lado mucho más amable, también vemos una Frida enamorada de Diego Rivera; retrataba el profundo amor que sentía por él. Para Frida, Diego lo era todo, “mi niño, mi vida, mi universo”, decía Frida. Un hombre que la consideraba la mejor pintora de México y ella, a su vez, lo consideraba el mejor pintor.

Su autorretrato denominado “Las dos Fridas” es una de las piezas más representativas de su trabajo. Ella admitió que en esta pieza refleja las emociones que rodearon a su separación y crisis marital con Diego Rivera. A la derecha, la Frida que era respetada y amada por Diego (vestida de tehuana) y a la izquierda, una Frida con un vestido victoriano de boda de encaje blanco, la Frida que Diego abandonó.

Después de exponer por primera vez su obra en la galería de Arte Contemporáneo en la Cuidad de México, organiza exposiciones con mucho éxito en Nueva York y París.
Su convalecencia influyó en la creación de obras tan famosas como son “Henry Ford Hospital” y “Frida y el aborto”, entre otras más (55 pinturas aproximadamente).
Frida decía que había tenido dos accidentes en su vida, “uno en el que un autobús me tumbó al suelo, el otro accidente es Diego”. El intenso amor que sentía por él era su mayor inspiración, después, tal vez todo lo demás.
No importa si fuesen las calles parisinas, neoyorquinas o las calles de Coyoacán, Frida Kahlo vistió siempre el elaborado traje típico tehuano de las indias doncellas. Sus hermosos trajes tradicionales, con suntuosos y exquisitos trabajos de bordados destacaban de la manera más original bajo las luces del arte contemporáneo. Su gusto particular por las producciones artesanales no era simplemente una fijación, ella quería dar a conocer e impulsar los trabajos de artesanos de los distintos rincones de México.
Su estilo
Frida Kahlo era una mujer con una poderosa imagen y porte, la pintora surrealista jamás pasaba desapercibida.
Según los expertos, hacía gala de una gran elegancia llevando suntuosos vestidos de seda con bordados y encajes perfectamente acabados, hermosos rebozos, pesada joyería y elaborados moños en la cabeza.
Sus atuendos marcan la importancia del “avant garde” en su época. Una mujer adelantada a su tiempo, con un sentido de identidad muy marcado y una fuerte necesidad por reflejar su personalidad. Este es el dinámico e intrépido estilo que tanto caracterizaba a Frida Kahlo.
Los largos faldones que utilizaba no eran solo para cubrir las numerosas cicatrices que recorrían sus piernas. Le gustaba, a través de estas vestimentas, presumir de sus raíces y costumbres, eran una manera de expresión pura.
Si pidiésemos observar a Kahlo desenvolviéndose en su contexto temporal, habríamos visto a una mujer que destacaba de entre todas las demás.
Marcó tendencia en ciudades como París o Nueva York, en la época en que viajaba. Las mujeres de allí eran mucho más recatadas y serias. Una época donde las mujeres eran muy pulcras y cuidadosas de su aspecto y ella, por contra, siempre con faldas anchas y blusas estilo mexicano de colores llamativos. La gente deseaba todo lo que ella llevaba porque era algo desconocido.
Ella era siempre un punto diferencial que opacaba a las demás por su particular estilo. Con un atuendo auténtico y una actitud irreverente Frida Kahlo se abrió paso en el mundo del arte y la moda internacional.
Son muchos los diseñadores de talla internacional que han tomado como patrón los estilismos de la artista mexicana. Riccardo Tisci, de Givenchy; la japonesa Rei Kawakubo, de Comme des Garçons; Dai Rees o Jean Paul Gaultier, entre otros. El estilo Frida Kahlo ha creado escuela alrededor de todo el mundo.

Convertida en un icono del arte mexicano del siglo veinte, dejó un legado de moda folclórica y un ejemplo muy particular de la belleza mexicana.
Frida Kahlo, aparte de ser un icono nacional por su talento y por haber impuesto normas fuera de tono en su época, tenía un estilo único debido a su gran seguridad en sí misma. Y en efecto, atreverse con las cejas tan pobladas, los colores llamativos, la ropa tan holgada, denotaba una autoestima poderosa.
El vaivén entre la salud y la longuidez debilitaron su cuerpo, pero nunca su espíritu.
Frida Kahlo es un heroína que renace de sus cenizas y nos comprueba que la verdadera fuerza se esconde dentro de uno. Hoy es considerada como una insignia legendaria del arte mexicano y sobre todo del arte que viene del corazón, las vísceras y el alma.
Frida fallece en la Ciudad de México la noche del 13 de Julio de 1954. Una mujer que se convierte en una figura trascendental para la historia mexicana y en un símbolo icónico para la fuerza femenina y para la fortaleza de vida, en general.

Fuentes:
Brooks, Mike. Frida Kahlo, Biografía Completa (en línea), Agosto 2005, < http://www.fridakahlofans.com/indexspanish.html> (consulta, 23 Mayo de 2015)
EFE, Frida Kahlo: Ícono comercial y mito de arte mexicano (en línea), El universal,11 de julio de 2014, <http://www.eluniversal.com.mx/cultura/2014/frida-kahlo-arte-moda-pintura-1022652.html> (consulta 22 Mayo de 2015)
LAESCENA, Frida Kahlo, un icono de la moda por siempre (en línea), La Escena, 5 de abril de 2013, <http://laescena.co/frida-kahlo-un-icono-de-la-moda-por-siempre/>, (consulta 22 de Mayo de 2015)
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